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Vivir en una sociedad competitiva y exigente, basada más en las opiniones y logros externos que en el desarrollo y bienestar internos, nos lleva a querer ser perfeccionistas y exigirnos contantemente demasiado. Queriendo siempre más, temiendo opiniones ajenas.

Es como si una amenaza constante planeara nuestras cabezas sin saber muy bien qué, la amenaza de lo desconocido, de lo impredecible…

Nuestra mente quiere tenerlo todo atado y controlado, y quiere verlo todo perfecto y seguro antes de dar cualquier paso, y ello hace que nuestra tolerancia para los imprevistos y lo impredecible haya disminuido drásticamente.

Todo ello tiene una consecuencia para nosotros, para nuestro cuerpo, mente, estado emocional, y hasta para nuestro sentido de pertenencia en relación al mundo, y esa consecuencia es el estrés.

Según el Instituto Americano del Estrés, el estrés es la causa básica del 60% de nuestras enfermedades, teniendo esto en cuenta creo que es algo digno de que le prestemos atención y lo conozcamos mejor. ¿Verdad?

Lo veo entre mis clientes constantemente. En general cuando algo escapa a nuestro control, cuando nos anticipamos a lo que «creemos» que va a ocurrir, y luego sucede otra cosa diferente, nuestro sistema nervioso se altera, Comenzamos a preocuparnos y lo peor de todo es que entramos en estado supervivencia crítica.

VÍA DE SOLUCIÓN: Si podemos desarrollar una Relación de Confianza con lo que nos sucede. Si en el momento de planificar o anticiparse, somos capaces también de anticipar  la posibilidad de que salga diferente, y soltar la tentación o el impulso de controlar.

Si podemos acoger el hecho de que pase lo que pase podemos aprender de ello y es para nuestro mayor bien, pudiendo desarrollarse en algo incluso mejor de lo planeado, entonces no estaríamos con resistencias, ni luchando con todas nuestras fuerzas en contra de lo que ocurre, por tanto no sufriríamos de estrés, y mucho menos llegaríamos al estrés a largo plazo.

El estrés es acumulativo, es decir, también puede producirlo la memoria de algún suceso estresante no resuelto del pasado: Una relación rota, perder un trabajo, el niño que atraviesa problemas, un problema de salud…

Tu sistema sigue respondiendo a algo que sucedió a lo mejor hace 10 años, exactamente igual que si te estuviera sucediendo ahora. Es decir como si te estuvieras enfrentando a varios osos al mismo tiempo. Se instala en ti el modo supervivencia de «Huye para salvar la vida»… tal vez durante meses o incluso años.

El estrés cuando perdura en el tiempo es por tanto mucho mas dañino, El cuerpo genera demasiada adrenalina y cortisol, se agotan nuestras glándulas adrenales, la tiroides se ve afectada al querer ayudar con tareas que no le corresponden, … al final todo el sistema nervioso y el sistema hormonal se descontrola, generando inflamación, afectando a las células de nuestro cuerpo.

La siguiente fase es la enfermedad: Es estrés puede ocasionar aumento de peso, resistencia a la insulina, dolores de cabeza, no dormir o descansar bien, diabetes,  colesterol, enfermedades cardíacas, y hasta demencia.

Comemos emocionalmente en lugar de gestionar ese estrés y ansiedad que nos invade. O también podemos estar compensando con adicciones: a alcohol, drogas, medicamentos, compras, sexo, pensar demasiado, analizar demasiado nuestra vida…

Todo porque ante la respuesta del stress de «Lucha o Huye», la mente se bloquea, cerrando el paso entre el consciente y el subconsciente, generando todas las respuestas y cadenas físicas mencionadas.

Emocionalmente afecta a nuestra toma de decisiones, ya que el bloqueo mental y la falta de energía hace que sopesemos ventajas e inconvenientes de forma muy diferente y reactiva. Disminuye tu resiliencia, es decir tu capacidad de gestionar las dificultades en tu vida. Tendemos a analizar todo demasiado y preocuparnos en exceso ante cada paso.

Si no se atiende y se deja que el estrés y esos síntomas perduren en el tiempo, este nos puede llevar a la depresión, al miedo excesivo y sin motivo alguno, 

El Estrés de Hoy en Relación al Estrés de nuestros Antepasados

Nuestro cuerpo reacciona exactamente igual hoy en día ante por ejemplo, un atasco de tráfico o la llamada de atención de tu jefe, que ante un oso, o un mamut a punto de atacarnos para comernos.

Nuestro cerebro y nuestros sistemas entran en un estado de «Pelea o Huye, ¡Corre por tu vida!».
Otro caso sería también el de «quedarse petrificado» que suele ser en casos extremos que atentan abruptamente nuestra supervivencia, y que en caso del mamut delante sería algo así como la forma biológica de «hacerse el muerto».

¿Puedes imaginarte? Tu cuerpo sufre lo mismo en tu mesa de trabajo, o en tu coche que si tuvieras a ese oso delante!!

Generamos torrentes de la hormona del estrés, el cortisol, de adrenalina y otras sustancias químicas.. todo para tener mas capacidad de lucha, de reacción, mas fortaleza… la cabeza pierde sangre, lo que nos impide pensar con claridad, porque el cuerpo necesita mas sangre en venas y arterias para que circule con fuerza y el corazón bombee mas rápido, también aumenta la sudoración, llega mas oxígeno a los pulmones, etc…

Todo para defendernos en una lucha cuerpo a cuerpo, o para correr lo mas rápido posible y escapar… del oso, o del mamut.  ¿Ves alguno por aquí?

Los estudios han comprobado que las mayores situaciones que nos producen estrés hoy en día (=osos enfrentándose a nosotros) son aquellas que:

  • Son Novedad en nuestra Vida:
    Una mudanza, una nueva relación, independizarse, tener un hijo, un nuevo trabajo.
  • Son Impredecibles:
    Un accidente, el coche se estropea, se rompe el frigorífico, una llamada inesperada.
  • No las podemos controlar:
    Un atasco de tráfico, la reacción de otras personas, que las cosas sucedan de forma diferente a lo esperado, lo que puedan opinar otras personas de ti…
  • Amenazan nuestra personalidad (nuestro ego):
    La bronca del jefe, que alguien te tome el pelo delante de otros, que alguien cuestione tus habilidades, ¡o tu palabra!, tener que hablar en público, etc…

Dime ¿Con cuantos osos tienes que lidiar a diario? ¿mes tras mes? ¿año tras año?


PASO 1 HACIA LA SOLUCIÓN

Te cuento todo esto porque creo que para poder lidiar con el stress dañino, reducirlo y evitar que se convierta en ESTRÉS a largo plazo, y por tanto, que derive en enfermedad, el paso número 1 que hemos de dar es CONOCERLO BIEN.

Conocer sus causas, el impacto en nuestro cuerpo, sus posibles consecuencias y lo mas importante como reducirlo y como evitarlo a partir de ahora.

Otra invitación que te hago en las vías de solución es que aprendas a confiar en el modo en que suceden las cosas, que aunque resulten en algo inesperado o diferente a lo que pensabas ESTÁ BIEN. Podemos ACEPTARLO, o al menos ACOGERLO, abiertos a expandir nuestra mente y a todo lo positivo que puede aportarnos la nueva situación.

Antes de despedirme has de saber mas cosas sobre el estrés como que no todas las personas respondemos igual ante el stress, o que existe una dosis de stress pequeña que no solo no es dañina sino positiva, necesaria y deseable.

¿Sabías que el estrés continuado eleva las hormonas sexuales masculinas en nosotras las mujeres?

En próximos artículos te hablaré de todo ello, y mucho más. Te aportaré técnicas efectivas para desarrollar resiliencia, mejorar la comunicación con tu cuerpo y para reducir/evitar el estrés.

¡La mejor forma de enriquecer este blog es con tu opinión!
Déjame abajo en comentarios que opinas sobre esto.
¿Cuales han sido tus principales fuentes de estrés en tu vida?, y ¿como lo gestionas!?
Ademas de que me encanta conocerte y saber de ti, tus comentarios me orientarán sobre tus intereses y necesidades para futuros artículos relacionados con este tema tan importante.

Con Amor,
Montse Kamala

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